Sea una nueva oportunidad para recomendar un libro de uno
de mis escritores preferidos José de Sousa “Saramago” quien relata sus
historias de infancia, sus recuerdos certeros que como el mismo dice: “(…) pienso que las llamadas falsas memorias
no existen, que la diferencia entre éstas y las que consideramos ciertas y
seguras se limita a una simple cuestión de confianza, la confianza que en cada
situación tengamos en esa incorregible vaguedad a la que llamamos certeza.” “Ésta
es, pues, mi memoria más antigua. Y quizá sea falsa”
El texto no es muy largo, apenas 179 páginas, relata las historias
de niño desde las impresiones y el lenguaje de un adulto que transporta al
lector a espacios desconocidos con detalles interminables y lo llena de bellas ironías
sobre lo bueno y lo malo, sobre el cambio de las costumbres y la permanencia de
las situaciones.
Las pequeñas memorias del premio nobel de literatura entonces es
un gran recomendado, humildemente se los digo, y queriendo darles una muestra
de lo que les digo les dejo tres citas:
“Muchas veces olvidamos lo
que nos gustaría poder recordar, otras veces, recurrentes, obsesivas,
reaccionando ante el mínimo estimulo, nos llegan del pasado imágenes, palabras
sueltas, fulgores, iluminaciones, y no hay explicación, pero ahí están.”
“Los sentimientos no se
gobiernan, no son cosas de quitar y poner de acuerdo con las conveniencias del
momento, menos todavía si, por la edad, es un corazón desprevenido y exento lo
que llevamos dentro del pecho.”
“(…) el paisaje es un estado
del alma, lo que quiere dicho con palabras comunes quiere decir que la impresión
causada por la contemplación de un paisaje siempre dependerá de las variaciones
temperamentales y del huos jovial o atrabiliario que están actuando en nuestro
interior en el preciso momento en que lo tengamos delante de los ojos.”