domingo, 1 de enero de 2012

Holismo

Sentir la necesidad de escribir en el primer día del año me reconforta… aunque debo aceptar que se debe a la tranquilidad única que brinda el seno familiar, sin esta energía inexplicable sería imposible continuar.
No soy quien para llamar a la reflexión ni a proponer metas de superación personal… ni quien para dar ejemplo, simplemente espero amar la belleza y e intentar conocer, así sea ver de lejos la sabiduría.
La adquisición de conocimiento es cada vez más diversa, de la mano con tantas cosas, como decía mi amigo Jhonier: el conocimiento holístico.
El Holismo propugna por la concepción de cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes que lo componen, es por eso que intentando conocer las partes olvidamos el todo, que es tan distinto siempre. Esa complejidad del conocimiento, que aparentemente no persuade ni anima fácilmente, puede llevarnos a la búsqueda permanente de razones para pensar diferente, para leer y conocer parte de la imaginación de nuestros iguales.  En 2012 la meta de lectura de libros será mayor, por ahora debo terminar La Historia del Muro de Lisboa de Saramago. Aunque encuentro razones para dejar muchas cosas, no aún hallo alguna para dejar de leer…
Es muy poco lo que hay por decir, finalmente estas son letras mandrias.

El Holismo

Sentir la necesidad de escribir en el primer día del año me reconforta… aunque debo aceptar que se debe a la tranquilidad única que brinda el seno familiar, sin esta energía inexplicable sería imposible continuar.
No soy quien para llamar a la reflexión ni a proponer metas de superación personal… ni quien para dar ejemplo, simplemente espero amar la belleza y e intentar conocer, así sea ver de lejos la sabiduría.
La adquisición de conocimiento es cada vez más diversa, de la mano con tantas cosas, como decía mi amigo Jhonier: el conocimiento holístico.
El Holismo propugna por la concepción de cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes que lo componen, es por eso que intentando conocer las partes olvidamos el todo, que es tan distinto siempre. Esa complejidad del conocimiento, que aparentemente no persuade ni anima fácilmente, puede llevarnos a la búsqueda permanente de razones para pensar diferente, para leer y conocer parte de la imaginación de nuestros iguales.  En 2012 la meta de lectura de libros será mayor, por ahora debo terminar La Historia del Muro de Lisboa de Saramago. Aunque encuentro razones para dejar muchas cosas, no aún hallo alguna para dejar de leer…
Es muy poco lo que hay por decir, finalmente estas son letras mandrias.